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sábado, 14 de enero de 2012

Hábitos y estudio


Una de las principales dificultades que tienen los escolares hoy en día para ponerse a estudiar es la falta de hábitos en el estudio. Estas dificultades pueden resumirse en:
1.   No ver la utilidad en el estudio: “estudiar no me sirve para nada”.
2.   Asignaturas con un alto grado de dificultad: “no entiendo nada, por mucho que estudie, suspenderé”.
3.   Miedo al fracaso: “aunque estudie mucho, seguro que suspendo”.
4.   Entorno poco adecuado (ruidos, interrupciones, distracciones,...). Para estudiar, es necesario no tener ningún aparato electrónico cerca, ya que puede provocar distracciones, y acabar jugando en lugar de estudiar. Por eso lo mejor sería estudiar en un espacio libre de éstos y, además, que estuviera libre de interrupciones (puertas que se abren y se cierran constantemente,...) ruidos (televisor,...).
5.   Demasiadas actividades extraescolares. Es posible que algunos chicos y chicas cuando llegan a casa y han de abrir el libro para empezar a estudiar o hacer los deberes, están tan cansados que prefieren no hacer nada. Por eso, es importante equilibrar las actividades extraescolares a lo largo de la semana.
6.   Preocupaciones de tipo emotivo. Sobre todo en la adolescencia, los chicos y chicas empiezan a tener ciertas preocupaciones de carácter emocional que han de tenerse en cuenta. Siempre que sea posible, se puede hablar con él o ella para poder encontrar una buena orientación.

Lo más importante para conseguir unos hábitos para el estudio es la organización. La organización es uno de los elementos fundamentales a la hora de empezar a estudiar. Para realizar esta organización, sería importante confeccionar un horario realista (hacer un “planning” básico de la semana. Éste debería ser flexible y abierto a posibles imprevistos, se ha de dejar tiempo para el descanso, ver la televisión,...) Se ha de conseguir cumplir este horario por rutina.
Al hacer el horario, se ha de pensar cuál es el mejor momento del día para estudiar. Es necesario empezar por las materias más fáciles, pasando por las más difíciles, y acabando otra vez por las fáciles. Se debe  estudiar en una habitación (si puede ser) de uso exclusivo, bien aireada y ventilada, con el mínimo de ruidos y distractores posibles (revistas, juegos, televisión, música,...). Debe contar con una mesa de trabajo amplia, únicamente con el material necesario. La luz preferiblemente debería ser natural y una luz (artificial) que provenga del lado opuesto de la mano con la que se escribe. La mesa y silla han de ser proporcionadas a la medida del niño, han de ser  cómodas.
Hay que tener cuidado con la postura (espalda recta, apoyada en la silla,...) y a cada hora de estudio se debe descansar 10 minutos. Hay que aprovechar los periodos de descanso para ir al lavabo, merendar, pero habrá que evitar realizar actividades que nos desconecten por completo del estudio o que conlleven mucho tiempo. Los niños de 5 a 6 años han de estudiar una media de 15 a 30min/día 3-4 días/semana. Los pre-adolescentes (de 7 a 12 años) deberán emplear de 1 a 2 h/día al menos 5 días/semana. A partir de este momento los cursos cada vez son más complejos y requerirán un mayor tiempo de estudio.
Otro dato muy importante es dormir una media de 8 a 12 horas, según la edad, del niño para conseguir un buen rendimiento al día siguiente (No dormir suficiente provoca fatiga y cansancio).

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